LO QUE ALCANZAMOS A VER

agosto 23rd, 2023 No comments

Dentro de cada persona existe un universo en constante movimiento. Cada quien ve las estrellas con un brillo distinto y mientras unos se quejan del intenso calor, en algunos cielos nunca sale el sol.

No somos uno el espejo de otro. Somos nuestra propia imagen, la que no siempre queremos ver porque mirar adentro de nosotros mismos es acceder a una habitación que, generalmente, necesita arreglos. Preferimos asomarnos a los lugares de otros y señalar lo que les hace falta componer. Mirar a nuestro espacio y tomar acción, muchas veces duele y nadie busca ni disfruta el dolor.

Cuando evitamos conocernos, vivimos dentro de una caverna tenebrosamente oscura en la que solo se distingue la luz cuando se cierran los ojos y se procura un silencio profundo. No se puede conocer ni entender un camino que se recorre en las noches sin luna. Se necesita de vez en cuando que se derramen rayos de sol en el trayecto que recorremos.

No se corrige un error que no se reconoce, ni se aplauden los aciertos que se ignoran. No se entiende a los demás, si antes no se entiende uno mismo. Somos parte de un todo indivisible y lo que hacemos afecta a los demás de alguna forma.

El alma en algún momento se quiebra o se rompe. En ocasiones se rescata y se reconstruye y otras veces se hace añicos irremediablemente, pero sigue siendo parte del todo al que pertenecemos. Cuidar el alma propia es importante y cuidar el alma de los otros, también.

LA CUERDA FLOJA.

mayo 17th, 2023 No comments

La vida es andar en una cuerda floja procurando siempre el equilibrio. La vida es un circo en el que nadie practica sus trucos. Un paso en falso y caes. Si tienes abajo de tu camino una red de protección subes de nuevo con su ayuda y tu esfuerzo. Si no la tienes, apelas a toda la fuerza de tu ser para reincorporarte y continuar.

Estás arriba de nuevo. Ahora sabes que necesitas un contrapeso de madera o de metal para no caer de nuevo. Sigues porque el camino no se anda solo, porque lo ves frente a ti como una oportunidad o como un desafío, para esto estás ahí, para eso comenzaste con el primer paso. Miras atrás y ves a los que se quedaron en la orilla sintiendo vértigo o miedo de moverse. No van a conocer nunca el otro extremo, sur camino no iniciará nunca y se apagarán solos consumidos en medio de una nube de intrascendencia. Tú continuas porque dentro de ti sabes que es tu deber.

Llegas al otro lado. Encuentras un descanso temporal. Recuperas la calma. Te revisas, analizas y sigues. Ahora inicias con el contrapeso porque sabes que lo necesitas. Reconoces que no puedes solo.

Estás cansando pero sigues porque si te quedas quieto te caes o vendrá alguien detrás de ti que necesite el paso y voluntaria o involuntariamente podría tirarte. Si en las personas que te encuentres habita la cordura, cruzarán brazo con brazo para ayudarse los dos y celebrarán uno el avance del otro. Quizá en el camino te topes con más de uno sentado en la cuerda, desganado, vencido, pero interrumpiendo tu paso. A lo mejor te pida que te quedes, abrazará una de tus piernas para impedir que avances. Si reaccionas con violencia caerán los dos o sólo tú. Si tienes paciencia abrazarás su dolor, su desesperanza y hastío y probablemente, sólo probablemente, recupere el ánimo. Pero no te quedes más de lo necesario porque no depende de ti.

El camino sobre la cuerda lo inicias solo, lo sigues solo y lo terminas solo, porque naces solo y mueres de la misma forma.

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las víctimas y las “víctimas”

marzo 19th, 2023 No comments

definición de VÍCTIMA de acuerdo a la RAE

  1. Persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio
  2. Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra
  3. Persona que padece daño or culpa ajena o causa fortuita
  4. Persona que muere por culpa ajena o or accidente fortuito
  5. Persona que padece las consecuencias dañosas de un delito

Hacerse la víctima

  1. Quejarse excesivamente buscando la compasión de los demás.

Sería interesante que todos revisáramos las distintas definiciones de víctima para reconocernos como tal o aceptar que “nos estamos haciendo”. Cuando se es víctima asiste el legítimo derecho de ver resarcido el daño sufrido.

Lo más grave es que se lleva a cabo un fraude que es el montaje de su supuesto dolor y sufrimiento, para apelar a los sentimientos y sus creencias de personas nobles que aún tienen fe. Las personas que se victimizan, consiguen compasión por medio del fraude que es el montaje de su supuesto dolor o sufrimiento. Son incapaces de enfrentar sus debilidades y confusiones y por eso buscan a quien culpar.

Cuando se usurpa el papel de víctima no se merece ni la lástima, porque el único fin es la manipulación para obtener una ganancia. Es un rol muy redituable, no sólo se consigue compasión, además se llega a obtener ingresos económicos, poder político y/o social mediante un discurso en el que se culpa a otros.

UNA VEZ QUE SE DILUYE EL MIEDO, EL CAMINO ES LLANO

agosto 31st, 2022 No comments

El miedo toma formas distintas para poder actuar. Es escurridizo como el agua, pero letal.

Es un monstruo que necesita para existir ser casi invisible. De textura muy suave, tan sutil como el hilo más delgado. Es imperceptible a primera vista. Se cuela por cada poro de la piel hasta instalarse en lo más profundo del alma. Sigue siendo invisible a los ojos, pero se ahora se siente en todo el cuerpo.

Se mueve despacio y silenciosamente. Toma el control de todo. Se adueña de los sentidos y la percepción se distorsiona y hasta lo más elemental y cotidiano parece una amenaza.

Te toma por el cuello, te abraza dolorosamente. Pone plomo sobre tus pies y sientes un frío que recorre tu espalda. El sabor de el agua es amargo y permanece en la garganta, inmóvil.

Surgen pensamientos, uno tras otro y cada vez más oscuros. Inverosímiles, imposibles, pero aterradores.

Y los crees. Porque tus sentidos no funcionan bien, porque nada es claro.

El miedo se detiene cuando se encuentra el origen. Y lugar en el que nace y la raíz que lo sustenta, están fuera del cuerpo, en las palabra de otros, en las acciones que no son nuestras, en las creencias que no buscamos y nos llegaron solas.

Nos perdemos en mares que no nos pertenecen y somos incapaces de mirar dentro de nosotros porque nos da vértigo el temor de perdernos en nuestras propias entrañas, sin saber que ese es el único lugar seguro.

PARA SIEMPRE Y PARA TODA LA VIDA

octubre 31st, 2021 No comments

    “Para siempre” y “para toda la vida” parecen lo mismo pero no son iguales. 

    “Para toda la vida” es mientras  aun se respira el aire y con una caricia se conmueve la piel.   Suena la música y hace vibrar, el cielo es de todos los azules igual que el mar.  Es el tiempo que conocemos y en le que todos nuestros sentidos reaccionan.   “Para toda la vida” suena mucho y parece un camino largo, pero es tan corto como los días, breve como los momentos cerca de  quienes se ama.  Es efímero y parece real, pero es fantasía y apariencia. 

En “para toda la vida” las emociones nos dominan y nos controlan.  Lloramos, reímos, extrañamos  y nos decimos te quiero y a veces adiós pero no perduran, porque un día tienen fin.  

     “Para siempre” es distinto.   Siempre es más, porque inicia antes y no termina aun cuando la vida se acaba.  En el “para siempre” todo es diferente porque se ama igual pero sin reveses, ni silencios.  Se ama en paz y se ama todo, sin disfraces ni simulaciones.   No existe el dolor ni como idea, ni existen la distancia y lo que lastima el cuerpo.  Es el lugar de los extremos, en donde el odio también se planta, no se mueve y daña aunque sin tregua.   Es en donde existe el alma.  

     “Para toda la vida” es más corto y menos compromiso.  

     “Para siempre” es la eternidad.  

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el asunto de la verdad y la mentira

octubre 15th, 2021 No comments

    El asunto de la verdad y la mentira es más complejo de lo que pensamos.  Y no me refiero a las mentiras frágiles y cotidianas que derivan de mentiras considerablemente más profundas, sino a éstas últimas, las que nos decimos a nosotros mismos y nos llevan a vivir fantasías o escenarios que disfrazamos de mil maneras.  

    Para bien o para mal, a todos en algún momento nos cuesta un poquito de trabajo la verdad.  Porque no siempre es cómoda, porque duele, porque avergüenza o  lastima, porque no nos gusta y no nos atrevemos a cambiarla.   Le llamamos amor al control, paz al silencio resignado, también le decimos amor a la costumbre.  Aceptamos lo que tengamos que hacer para pertenecer, aún actuando en contra de nuestra propia naturaleza.  Por eso, lo que sabemos que es cierto, la verdad completa de quiénes somos y qué sentimos, la escondemos en lo más profundo del alma hasta convencernos de la mentira que  nos venga bien o por lo menos armamos la verdad a nuestro modo, de tal manera que aguante tempestades y huracanes, la acomodamos para poder vivir con ella sin sentir conflicto o por lo menos para sentirlo menos.  

      Somos capaces de convencernos durante todos los años que dure nuestra vida, de que somos felices, de que nuestros fracasos no nos duelen, de que la falta de libertad no nos molesta.  Somos capaces de vivir atados porque “así se ve mejor”, "así nos ven mejor" y hacemos una guarida que nos proteja.  

     La verdad provoca miedo, pero es momentáneo, fugaz y al final libera.  La mentira, al contrario, es al principio una caricia que recorre todo el cuerpo y conforme se desliza por la piel la va atrapando, hasta que se vuelve casi imposible escapar, se convierte en prisión y ahí nos quedamos, cómodos y tal vez no tanto, pero sin miedo.  Sobreviviendo sin vivir, hasta que la muerte nos libere. 

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LA ABUELA Y ÉL, UNA HISTORIA

mayo 25th, 2021 No comments

CAPÍTULO 3 (final temporal)

Mi intención desde el inicio era escribir una historia que tuviera un principio como yo lo conocía, un desarrollo como el que me plarticaron y un final como el que sé, pero hubo un problema: comencé a preguntar a quienes pudieran tener información o haber sido testigos de algún momento de la vida de mi abuela.  La historia entonces creció. No solo conocí mejor a mi abuela, también entendí ciertos patrones de conduca que llevamos arraigados.  Entendí a mi padre, su relación con la abuela y su forma de ver y entender la vida.   Y mientras está lista esa historia, así es más o menos como siguió: 

El primer hijo de mi abuela se quedó a vivir con sus padres o por lo menos eso creo. Probablemente estuvo en un internado, no lo sé, lo que sí sé es que no creció con la nueva familia que Aurora formó con mi abuelo. Supongo que en esa época era la única forma en que  podría empezar una nueva familia con Amador, porque así se llamaba mi abuelo, Amador y se apellidaba Martínez.

Fue en mil novecientos veinte o mil novecientos veintiuno, cuando mis abuelos se casaron. Él era quince años mayor que ella, no pertenecía a una familia de “buena posición”, pero era un hombre trabajador y tenía un patrimonio que ofrecerle.  Casi podría estar segura de que mis abuelos se querían, pero en esa unión también tuvo que ver, en ambos, la soledad y la necesidad de sentirse queridos, de ver un futuro con más color que gris común de sus vidas.  Conforme pasó el tiempo, el amor creció, lo mismo que la familia y nacieron los cuatro hijos entre mil novecientos veintidós y mil novecientos treinta.

Amador era un comerciante trabajador y devoto de su familia, un buen padre a su manera y de acuerdo a la época. No conozco tanto de su origen y nunca conocí, a pesar de ser tantos millones, algún Martinez relacionado con mi familia. Estoy segura de que los hay, pero no los conozco.

Aurora y él comenzaron la vida juntos después de la revolución.  No eran tiempos fáciles y con cuatro hijos aún menos, pero la tienda de abarrotes les daba suficiente. Estaba en el centro de San Luis Potosí, perfectamente surtida. Daba servicio a particulares y otros pequeños negocios. Tenía de todo y era tanto, que apenas había espacios para moverse.  En un rincón –contado por mi pade– junto a los costales de frijol, lenteja y arroz, mi papá hacía sus tareas recargado en un jacal de madera de los que se usan para transportar frutas y verduras frescas. En esos veintes y treintas, no había de otro tipo. Un pequeño pasillo, al que se entraba por la puerta detrás del mostrador, conducía a una  bodega, también llena de cajas de madera, botellas de vidrio y todo tipo de productos empaquetados, lo mismo que otros perecederos como lácteos, verduras, frutas y carnes frías. Efectivamente no vivían en la abundancia, poco a poco salían adelante.

Tal vez para mi abuela, “salir adelante” no era suficiente.  A ella, desde la muerte de su primer marido,  la vida le había cambiado casi radicalmente. Conoció carencias que no había tenido antes y lo que, viviendo con sus padrinos le había parecido demasiado trabajo, significó nada comparado con las labores que realizaba para sacar adelante a sus hijos. Pero hacía un esfuerzo, un poco por amor, otro poco por religiosidad y un tanto por las costumbres de la época. De pronto se escapaba — por eso mi abuelo se hacía cargo de algunos de sus hijos–  a onvivir con sus amistades de siempre, con clara desventaja y eso era un alivio…  

Pero la vida siguió cambiando.   Lo que sigue de la historia es triste, pero es el inicio de algo que transformó la vida de muchas personas en diferentes niveles y de distintas formas. La parte que a mi me interesa es la que les pienso contar.   

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QUIENES SE TIENEN QUE CONOCER, EN ALGÚN MOMENTO COINCIDEN. TODO EMPEZÓ CON LA ABUELA parte 2

abril 16th, 2021 No comments

A los veintiún años, Aurora recibió la noticia de la muerte de su querido esposo como un golpe en el corazón.  Lo que había planeado que sería un matrimonio para toda la vida, como el de sus padres, terminó súbitamente.   Ahora debía pensar cómo seguir con su vida y con la de su pequeño hijo de tres años.  Lo primero que se le ocurrió, fue regresar a casa de sus padres, en ningún lugar podrían estar más seguros.   

Pero en México reinaba la incertidumbre por la Revolución.  Era 1913 y aún seguía la lucha por el poder.  Se habían quemado archivos en los que se guardaban títulos de propiedad y se saqueaban negocios.  Arturo y Guadalupe, mis bisabuelos perdieron la hacienda y aunque lograron conservar la casa en la capital, con ellos aún vivían sus otras tres hijas y todas en edad casadera.  Recibir de vuelta a la hija mayor y con un hijo, aunque fuera su nieto, implicaría una carga que no podían sostener.  

Finalmente fueron los padrinos de mi abuela quienes la recibieron, a ella como a una hija y al pequeño como a su propio nieto.  Aurora guardó luto durante un año. No hablaba con nadie, ni hacía vida social. Todos los días vestía de negro, cubría su cabeza con un velo también negro e iba a misa acompañada de su madrina y su hijo.   El segundo año fue medio luto. Se permitía usar velo gris o blanco y por fin al tercer año, autorizada por sus padrinos, la sociedad y ella misma, retomó hasta cierto punto, la vida social.   Veía a sus primas uno o dos días por las tardes y regresaba a cuidar de su hijo.  

Como era natural, la compasión que los padrinos sentían por la situación de Aurora fue disminuyendo, lo mismo que las consideraciones.  No podía comportarse como las demás señoritas de sociedad, decían, porque ella era ya una señora, aunque solo tuviera veintitrés años.  Había cariño, pero debía cumplir con las labores del hogar y olvidarse de la posibilidad de rehacer su vida.  

Cinco años después, la situación se volvió tirante.  Aurora quería retomar su vida, conocer gente, sus primas le platicaban sobre los novios y sus próximas bodas, mientras a ella sus padrinos, inflexiblemente conservadores, le negaban la posibilidad de salir de casa, a no ser que fuera para ir a misa.    

En la vida sucede lo que tiene que suceder.  Las personas que se deben encontrar, en algún momento coinciden.  No existe fuerza humana tan grande que venza a la energía del universo.  Lo que es, existe antes de que nosotros lo sepamos. 

No sabría decir en qué momento, ni cómo fue el primer encuentro, solo sé que cinco años después de enviudar, Aurora conoció al que sería mi abuelo.  Él le escribía cartas y ella a veces las contestaba.  El pasaba todas las tardes por el balcón de ella y ella a veces se asomaba a verlo.  El insistió esperando que ella cediera y claro que cedió.  Se casaron unos años después, en 1921 y tuvieron cuatro hijos, el menor de ellos, mi padre. 

TODO COMENZÓ CON LA ABUELA.

abril 10th, 2021 No comments

En todas las familias existen patrones familiares que repetimos generación, tras generación.  La mía no es la excepción.  Lo que creemos, sentimos y cómo actuamos, lo hemos aprendido y absorbido, muchas veces o la mayoría de ellas, sin darnos cuenta.  

No siempre es malo, los aprendizajes muchas veces son buenos, pero otros no y esos los debemos que reconocer para modificarlos, extirparlos o hacer algo antes de quedarnos atrapados en su órbita.  

Todos recibimos o transmitimos mensajes paradójicos en los que no coincide lo que se dice con lo que se hace o se provocan conductas que luego son castigadas.  Insisto que también hay mensajes y patrones de vida saludables.  En mi familia había de los dos y cada quién hizo lo que pudo o lo que quiso con lo que había.  

El secreto está en la actitud. 

Un buen carácter, apacible y moderado, puede estar satisfecho en circunstancias poco favorables, mientras que uno codicioso, envidioso y malvado, no lo estará rodeado de riquezas.  Ahora bien, solo para aquel que disfruta permanentemente del don de una individualidad extraordinaria y espiritual, la mayoría de los goces a los que aspiran los demás resultan superfluos, e incluso le parecerán molestos y pesados.   Schopenhauer

La historia de mi familia inicia con mi abuela Aurora, a lo mejor con la madre de mi abuela, pero de ella sé muy poco.  Comenzaré entonces por lo que he investigado. 

Mi abuela tenía una forma muy particular de mostrar su amor y era básicamente la más fría posible.  Puede sonar contradictorio, pero era fríamente cariñosa.  Lo diré bien: era selectivamente cariñosa y a mí, no me iba tan mal.  En la escala del uno al diez, yo no estaba en sus nietos número uno, pero digamos que en un cuatro, sí.  

Conozco poco de su origen porque, en mi familia dedicada a la comunicación, siempre se ha hablado muy poco.  De mi bisabuela Guadalupe, su madre sé, según lo que escribe en una carta, que era de las mujeres más codiciadas de San Luis Potosí y  se casó con el bisabuelo Arturo que era de muy buena familia, además  políglota y compositor de operetas, que por cierto, según continua en la carta, las estrenaron Esperanza Iris y Amparo Romo.  

hA la abuela la recuerdo porque siempre tenía la espalda derecha.  Llevaba velo a misa y sus manos eran huesudas, blancas y temblorosas.  La habré visto un par de veces usando pantalón, generalmente usaba vestidos completos azules, grises o negros.  

Cuando eres niña crees que los adultos no tienen historia o simplemente no te preguntas por su pasado.  Después, cuando quieres, si quieres, entender un poco de ti, entonces cuestionas en dónde nacieron, cómo vivieron y cuáles era sus formas de actuar, su conducta.  

Mi abuela y sus tres hermanas, crecieron siendo niñas de “buena familia”.  Ella era la mayor y por lo tanto la primera en casarse, más o menos en 1910.  Tenía diez y siete años y su esposo era un mayor del ejército que defendía la plaza de Matehuala contra los carrancistas que iban todos bien armados, eran más de cuatrocientos  y todos a caballo.  Terminaron por fusilarlo en 1913, el héroe de Matehuala, le llamaron.  

Mi abuela para entonces tenía un hijo de más o menos, tres años. Quedó viuda a los veinte. 

Fue entonces que le cambió la vida. 

UNA MARIPOSA DE ALAS BIEN ABIERTAS

septiembre 29th, 2020 No comments

     La vida se trata de descubrir cuál es nuestra pasión y  eso un asunto no tiene un plazo establecido ni un momento específico, no se descubre cuando se cumplen tres años, nueve o quince, sino cuando tú mismo la sientes.  Puede suceder a  una edad muy temprana, a la mitad de la vida o unos meses antes de morir.  No existe una fecha, ni existe un límite.  No es de antes o después.  Es cuando debe ser.  

     A mi me gusta escribir, me ha gustado siempre y lo comencé a hacer desde muy pequeña y un día, no sé cual ni cuando lo dejé para regresar esporádicamente, cuando el miedo se hubiera quedado dormido y yo a toda velocidad le ganara el paso.   Durante el camino fui  recogiendo experiencias,  escuchando a los demás tratando de vivir  a través de ellos, lo que conseguí fueron historias  unas veces ligeras y otras muy densas.  Todo valió y sigue valiendo la pena.  Desde los primeros relatos breves que escribí en clase y que fueron un fracaso y que ahora leo y pienso ¡¡¿cómo me atreví a entregar esto?!! hasta las muchas cuartillas de historias que nunca me he atrevido a publicar hasta ahora. 

MARIPOSAS QUE VUELAN… (este fue uno de los cuentos que me gustó de entre otros que arrumbé y puedes leer en Patreon entre otras cosas) 

   Ezis había tomado la decisión de hacerse el primer tatuaje a los dieciocho años, justo el día de su cumpleaños. Sería en negro sin colores e iría con el tatuador de los ojos verdes que rodeados de un asombra oscura parecían lejanos. Era el mismo que a su amigo Jacinto le había dibujado en la parte superior de la espalda dos alas abiertas, tan detalladas que podrían de pronto volar…..

(continúa en Patreon) 

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